Es la exposición de la “limpieza” como fenómeno social de ejercer control y balance entre el bien y el mal, en barrios donde la presencia de la policía es escasa o inexistente dando pie a la formación de grupos subversivos, que toman por su mano la ley y ejercen justicia, mediante panfletos esparcidos en la zona donde anuncian a sus próximas víctimas, borrando del panorama a aquellos que con sus pseudónimos ejercen miedo en los habitantes o plantean acuerdos de conducta a los cuales someterse si se desea seguir con vida en la dictadura del que ejerce el poder y administra la paz. Luis miguel borra parte de los rostros de aquellos maleantes símbolo de haber sido borrados como lo anunció el panfleto original que acompaña la pieza “vamos a borrar a todos los que hagan el mal”.