“Yo soy el que tengo la hora exacta”, es la frase que escuchamos normalmente en las relojerías (casetas o chazas donde se arreglan los relojes) en Barranquilla, Colombia; Ubicadas por lo general en el mercado de la ciudad. Manejan una estética popular, desde la forma artesanal que están construidas hasta su decoración con el uso de diferentes tipos de letras que juegan con su tamaño alrededor de las mismas, letreros que las cubren de colores, frases y slogans populares o el vibrante apodo propietario como garantía de calidad.
“La hora exacta” captura 6 distintas “relojerías” de la ciudad exaltando la estética popular propia de la costa colombiana.